¿Cómo elegir el tamaño de la almohada?
El descanso es uno de los aspectos más importantes de la vida, ya que un buen descanso nos permite estar en buenas condiciones para desarrollar todas las actividades del día a día. Para garantizar un buen descanso encontramos diferentes elementos que debemos tener en cuenta. Factores como el tiempo y las horas de sueño o el lugar en el que dormimos van a determinar la calidad y efectividad de nuestro descanso.
Cuando hacemos referencia al lugar en el que dormimos, nos centramos en el colchón que utilizamos. Sin embargo, hay otros elementos en la cama que debemos tener muy en cuenta para conseguir el mejor descanso. Es el caso de las almohadas. Como decimos, todos los factores van a influir y, por lo tanto, debemos analizar cada uno de ellos elegir las opciones que nos aporten más beneficios. En el caso de las almohadas ocurre lo mismo, por lo que vamos a hablar sobre lo que debemos tener en cuenta y qué tipo de almohada debemos elegir.
A la hora de dormir, la almohada no solo es un elemento más para garantizar un buen descanso, sino que también es clave para favorecer una correcta posición de nuestro cuerpo y evitar problemas y dolores corporales, principalmente de espalda y de cuello. Para elegir la almohada adecuada es importante analizar las características físicas de la persona y las posturas más habituales a la hora de dormir.
Lo primero que debemos saber sobre el tamaño de la almohada es que la anchura debe ser mayor a la de nuestros hombros. También hay que tener en cuenta las dimensiones de la cama, ya que es conveniente que la almohada se ajuste a las dimensiones del colchón. En camas grandes podremos optar por una almohada que ocupe todo el ancho de la cama o por dos almohadas que midan la mitad del ancho del colchón.
Por otra parte, hay que atender además al grosor de la almohada en función de la postura que solemos aportar para dormir. Y es que, para dormir boca abajo es recomendable utilizar almohadas más finas. Las de tamaño medio son más adecuadas para dormir boca arriba. Mientras que las más gruesas son ideales para dormir de lado.
Consejos para cuidar tu almohada
Además de la elección de la propia almohada, también es importante cuidarla posteriormente para que se mantenga siempre en perfectas condiciones. Para ello, lo primero que vamos a hacer es cubrir la almohada con una funda. Por otra parte, debemos tener en cuenta que darle la vuelta con frecuencia nos va a permitir mantener la forma de la almohada.
Por último, vamos a destacar la importancia de airear la almohada con frecuencia y lavarla una o dos veces al año. Todo esto nos va a permitir alargar la vida útil de nuestra almohada y garantizar un buen descanso durante muchos años.
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